viernes, 1 de marzo de 2019

Perséfone llega


Hablándonos de los dioses olímpicos, nos cuentan que Démeter era la diosa encargada de adornar y cuidar la superficie del monte Olimpo y, también, de la terrestre. Como jardinera celestial, se preocupaba de las plantas, sus flores y sus frutos. Hacía su trabajo bien y con la aprobación de los demás dioses, que apreciaban su dedicación. Démeter tenía una hija de nombre Perséfone. Como corresponde a las muchachas protagonistas de este tipo de historias, era muy hermosa a la par que virtuosa. Es decir, todo perfecto como debe ser en tan inmortales personajes.

Pero, siempre hay alguna adversidad, y aquí comienza la historia que relato, pues una vez en que Perséfone recogía flores del campo, en el suelo se abrió una grieta y a través de ella la secuestró Hades, el dios de los infiernos, llevándola consigo a lo profundo. Las amigas de Perséfone, que no la defendieron, atestiguaron quién había sido el captor.

LA NATURALEZA MIENTRAS
DÉMETER ESTÁ TRISTE

Démeter pidió justicia a Zeus, pero como a él este rapto le hacía gracia, desatendió las súplicas de la madre. Démeter siempre había confiado en el favor de Zeus, y al ver que éste se reía de su desgracia, se sintió sola y desprotegida. El dios la había decepcionado, como acostumbran a hacer los poderosos cuando algo va en contra de su comodidad. Hoy también hacen así.

DÉMETER LLORA

La diosa comenzó a errar por la tierra buscando ayuda y olvidando su singular cometido de jardinera terrenal. Como consecuencia de sus preocupaciones, los paisajes comenzaron a secarse, no había flores y el verdor escaseó. Al poco, también faltaron los frutos y fue entonces cuando Zeus decidió que había que terminar con aquel asunto, que comenzaba a ser desagradable en los jardines del Olimpo. También en toda la tierra, pero eso le preocupaba menos. A él y a los demás dioses lo que les preocupaba eran las cornucopias vacías de frutas.

LAS YEMAS SE MUEVEN.
PERSÉFONE VUELVE

Fue cuando llamó a Hades y obligó a devolver su hija a Démeter. Hades, que estaba enamorado de Perséfone, se resistía a obedecer el mandato. La niña quería volver con su madre y dijo a Zeus que, como prueba de su rechazo a Hades, no había probado ninguna golosina que él le hubiese ofrecido a lo largo de su cautiverio. Aquí estuvo el error de Perséfone, pues su raptor dijo que le había ofrecido granadas y ella había comido cinco. Se enfadó Zeus por haber sido engañado y castigó a la muchacha a permanecer con su madre cierto tiempo a lo largo del año, pero tendría que bajar a los infiernos a estar con Hades tantos meses como granadas había comido de su mano.

PERSEFONE VUELVE

Así ocurre desde entonces. Cuando Perséfone está con su madre, toda la superficie terrestre es un jardín. Pero cuando baja a los infiernos a cumplir su castigo, Démeter se desentiende de su cometido y toda la naturaleza parece morir. De ese modo permanece mientras la niña está con Hades, pero todo parece resucitar en cuanto retorna a estar con su madre, pues ésta vuelve a cuidar el jardín terrenal con el esmero que siempre tuvo.
+ + +

Hasta aquí el mito, que ya Homero nos lo relata en la Odisea. (Tiene años el mito…). Es uno de los primeros que nos habla de ciclos recurrentes en la naturaleza, en este caso, la alternancia de invierno – primavera – verano. Por otra parte, a mí me choca esa distribución del año en meses, que es muy posterior a Homero, pero bueno.

PERSEFONE LLEGA

De todos modos, este mito gusta mucho y siempre que lo relato se escucha con atención, a pesar de saber todos mis oyentes que estoy contando una falsedad. Pero gusta. A mí me entra pena, mucha pena, al pensar que son bastantes los que rechazan las explicaciones científicas y se acogen a interpretaciones de fábula, aún sabiendo que son falsas, pero cómodas de entender.

Me pregunto si es difícil de entender la ciencia. Pienso que no, pero llevo tantos años manejando sus conceptos, que me resultan muy asequibles. Pienso, es una opinión, que en general somos bastante ignorantes en lo concerniente a temas científicos. Y lo peor no es esa ignorancia. Creo que lo malo radica en una especie de comodidad altiva que rechaza cualquier esfuerzo por entender el entorno desde un punto de vista riguroso, científico, aunque sepamos el beneficio que nos puede aportar ese conocimiento.

LA GLORIA DE PERSEFONE

A veces entendemos como cultura el saber de memoria una o dos poesías (si son largas, más cultos). También, para ser culto es preciso haber visitado algún museo nacional y viajado por el extranjero, teniendo una opinión sobre lo que se ha visto. Todo eso está bien, faltaría más. Pero muchos supuestos cultos no creen necesario saber en qué se basan las pruebas de ADN en temas  diversos, ni interpretar el concepto de ecosistema, ni el papel de la selección natural enunciado por Darwin y consideran ciencia ficción la teoría del big-bang. Todo eso, por citar unos cuantos casos, es casi despreciado por muchos al hablar de cultura general. Rechazan hablar de esos temas, casi riendo, diciendo que de eso no quieren saber nada.

Hay que hablar más sobre este asunto, que me duele profundamente. Mientras, deduzco que Perséfone ya ha debido de regresar este año, pues me doy cuenta de que Démeter vuelve a cuidar de su jardín, para disfrute de todos nosotros.


Fotos: Fondo de Google
          Emilio Valadé del Río

10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Siempre, siempre, es mucho más lo que ignoramos que lo que sabemos, por eso siempre tenemos mucho que aprender. Gracias por tu comentario.

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  2. Jajaja, muy bueno Emilio, pero quizás a la gente le gusten más las curvas de Perséfone que la doble hélice asociada con el ADN ;)
    Un abrazo Emilio!

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    1. Creo, es una opinión, que no son objetos de atención excluyentes. Más bien es cuestión de educación cultural. Gracias por tu comentario, Norte. Por cierto, hace mucho que no veo nada tuyo. Un abrazo.

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    2. Hola Emilio, ya sabes que hace semanas que me fui definitivamente de G+, pero Norte sigue publicando regularmente en el blog. También he abierto una cuenta en mewe. Una abrazo Emilio!

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  3. Una preciosidade...
    Gracias Emilio...
    Creo que la ciencia y la fábula son complementarias...!!!
    Nada sobra
    Un abrazo

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    1. Ciencia y fábula son dos caras del mismo intento humano de interpretar el entorno de acuerdo con las posibilidades intelectuasles del momento.
      De acuerdo contigo con que son complementarias y que nada sobra. Gracias por el comentario. Un saludo cordial.

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  4. O homem, de uma ou outra forma, sente necessidade de explicar os fatos. Quando não é através da Ciência é através da Mitologia que passamos o nosso "conhecimento".
    Um abraço!

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  5. Por favor, lee mi respuesta al comentario anterior. Siempre estamos ante el deseo de interpretar el entorno.
    Gracias por el comentario.

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  6. Sin ciencia no hay cultura, es un eslogan muy utilizada y es verdad.
    La cultura es aquello que nos permite conocer el mundo, y ahí la ciencia tiene mucho que decir :)
    La fábula es preciosa, pero más fantástico es ver y ya te digo saber porque salen los brotes, flores,... en primavera
    Un saludo

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